Casi podemos olerlo, este color tostado nos evoca el aroma del café de una mañana sin prisas, hecho con cariño. Uno de los más ricos que hay, con leche espumosa que te tiñe los bigotes y con un añadido de aromas a cacao, vainilla o canela. Igual que el café, es un color que funciona bien para todas las épocas del año por su luz y calidez y que nos aporta un ancla con la tierra en nuestro hogar.
Casi podemos olerlo, este color tostado nos evoca el aroma del café de una mañana sin prisas, hecho con cariño. Uno de los más ricos que hay, con leche espumosa que te tiñe los bigotes y con un añadido de aromas a cacao, vainilla o canela. Igual que el café, es un color que funciona bien para todas las épocas del año por su luz y calidez y que nos aporta un ancla con la tierra en nuestro hogar.