Nos evoca al recuerdo de estos días nublados y fríos de invierno en los que el sol se esconde tímidamente ofreciéndonos una luz fría y colores poco saturados. Estos días en los que el mundo parece estar bañado con una pátina gris, en que los cristales se empañan con facilidad y en los que es bienvenido el abrazo de la lana con la piel.
Nos evoca al recuerdo de estos días nublados y fríos de invierno en los que el sol se esconde tímidamente ofreciéndonos una luz fría y colores poco saturados. Estos días en los que el mundo parece estar bañado con una pátina gris, en que los cristales se empañan con facilidad y en los que es bienvenido el abrazo de la lana con la piel.