Más que un color, Calma es una sensación. Es la tranquilidad del amanecer, la delicadeza de una flor en ciernes, la suavidad de una caricia. Es un refugio en medio del caos, un oasis de paz donde puedes respirar hondo y dejarte llevar por la serenidad. Calma no impone, acompaña. Es un color neutro, con un sutil subtono rosáceo casi imperceptible. Se adapta a cualquier estilo, desde el minimalista más austero hasta el más recargado, aportando un toque de equilibrio y armonía. Combina a la perfección con blancos puros, beiges acogedores o grises sofisticados, creando ambientes luminosos y espaciosos.
Más que un color, Calma es una sensación. Es la tranquilidad del amanecer, la delicadeza de una flor en ciernes, la suavidad de una caricia. Es un refugio en medio del caos, un oasis de paz donde puedes respirar hondo y dejarte llevar por la serenidad. Calma no impone, acompaña. Es un color neutro, con un sutil subtono rosáceo casi imperceptible. Se adapta a cualquier estilo, desde el minimalista más austero hasta el más recargado, aportando un toque de equilibrio y armonía. Combina a la perfección con blancos puros, beiges acogedores o grises sofisticados, creando ambientes luminosos y espaciosos.