Nuestro color Cielo de Verano nos traslada a los reflejos del mar del cuadro El azul del mar y el cielo son los protagonistas de Cadaqués, y de sus estrechas y tortuosas calles. De las puertas y contraventanas de las casas, claramente contrastadas con el blanco de sus fachadas y los vistosos colores de las buganvillas que habitan en ellas; de las barcas, botes y menorquinas que llenan sus puertos y playas como si de un habitante más se tratase.El Balandrito de Sorolla. A los vestidos vaporosos de las mujeres que aparecen en sus pinturas, claros y ligeros, que acompañan el ritmo del viento con su dulce vaivén. La luz se filtra entre sus fibras jugando con las transparencias y el suave tacto con su piel.
Nuestro color Cielo de Verano nos traslada a los reflejos del mar del cuadro El azul del mar y el cielo son los protagonistas de Cadaqués, y de sus estrechas y tortuosas calles. De las puertas y contraventanas de las casas, claramente contrastadas con el blanco de sus fachadas y los vistosos colores de las buganvillas que habitan en ellas; de las barcas, botes y menorquinas que llenan sus puertos y playas como si de un habitante más se tratase.El Balandrito de Sorolla. A los vestidos vaporosos de las mujeres que aparecen en sus pinturas, claros y ligeros, que acompañan el ritmo del viento con su dulce vaivén. La luz se filtra entre sus fibras jugando con las transparencias y el suave tacto con su piel.